Sólo consigo derramar silencios
en éstas, mis palabras,
que todo lo dicen
y no dicen nada.
Anhelas felicidad en mis versos,
pero es que no serían entonces míos.
Felicidad hallarás en mis besos, en mis huesos.
Cada vez que el viento te susurra en mi oído.
Pero infiel a mi sentimiento he sido,
pues quererte no he sabido
y ya difícil es de cerrar la herida,
de la que sale a borbotones tu sangre y la mía.
Mas siempre cuidaré de ti
como lo más preciado que poseo.
Por tal, la torpeza aniquilar
Es mi mayor deseo.
Por ti mi voluntad no es escasa
y no permitiré ser yo mismo la amenaza
por atroz desconsideración
a nuestra relación.
Y sin intención de que suene a tragedia,
procuraría mi muerte
si seguir vivo significara perderte.
Ya no sigo,
pues para expresar lo que siento
palabras no consigo.