4.01.2008

-.Balbuceos.-

Sólo consigo derramar silencios
en éstas, mis palabras,
que todo lo dicen
y no dicen nada.

Anhelas felicidad en mis versos,
pero es que no serían entonces míos.
Felicidad hallarás en mis besos, en mis huesos.
Cada vez que el viento te susurra en mi oído.

Pero infiel a mi sentimiento he sido,
pues quererte no he sabido
y ya difícil es de cerrar la herida,
de la que sale a borbotones tu sangre y la mía.

Mas siempre cuidaré de ti
como lo más preciado que poseo.
Por tal, la torpeza aniquilar
Es mi mayor deseo.

Por ti mi voluntad no es escasa
y no permitiré ser yo mismo la amenaza
por atroz desconsideración
a nuestra relación.

Y sin intención de que suene a tragedia,
procuraría mi muerte
si seguir vivo significara perderte.

Ya no sigo,
pues para expresar lo que siento
palabras no consigo.

-.Terapia.-

Semiótica desdentada

de verborrágica maratón

de preguntas intermedias

-.Desperté Solo.-

Desperté solo.
Sólo para verme degollado
en este espejo que no me reconoce.

Así dejo transcurrir mi rutina,
el curso de mi vil transparencia
que arremete invisible
la vorágine de tal ausencia.

Desperté sin tu compañía
que no acalla las voces del silencio.
Irremediable inquietud
de admisible desprecio.

Ya callen, somníferos lamentos.
Aquí he de permanecer en vela
hasta matar el sufrimiento.
Éste, que no nace del silencio,
nace, por ti, del viento.